La percepción y la realidad son temas que han fascinado a la humanidad a lo largo de la historia, y se encuentran en el centro de un interesante debate sobre la naturaleza de la conciencia. En este contexto, se aborda la teoría sintérgica, la cual relaciona la percepción con una matriz básica del espacio, y cómo esta se ve afectada por la actividad neuronal humana.
La teoría sintérgica
La teoría sintérgica se apoya en la concepción chamánica de la existencia, aunque se distancia de ella. Esta teoría sugiere que existe una organización básica del espacio, representada como una matriz o celosía, cuyo estado fundamental es de total coherencia y simetría. Cualquier modificación en esta matriz fundamental es detectada por instrumentos físicos como la aparición de partículas elementales. Así, las distorsiones complejas de esta matriz dan lugar a lo que podemos definir como objetos.
El cerebro humano es capaz de distorsionar la estructura de esta matriz, creando una experiencia perceptual única. Cada actividad neuronal genera lo que se denomina una “micro-distorsión”, y la interacción de multitud de estas distorsiones conforma un campo neuronal. Este campo neuronal interactúa con la matriz del espacio y da lugar a diferentes niveles de conciencia, como la auditiva y la visual.
Fenómenos paranormales y curaciones
A lo largo de los años, han surgido relatos fascinantes sobre hechos que trascienden la comprensión científica tradicional, como curaciones consideradas milagrosas. Estas curaciones, aunque en contextos religiosos se les llame milagros, son vistas en parapsicología como fenómenos paranormales que requieren un análisis diferente. Este enfoque permite observar que, a menudo, la ciencia académica no tiene una visión holística del ser humano, lo que limita la comprensión de sus capacidades curativas.
En algún momento, algunos individuos, como sanadores de diversas culturas, han demostrado su capacidad para curar a otros. Al interactuar con energías del entorno, a veces estas curaciones parecen ocurrir de forma instantánea, brindando resultados que desafían las nociones convencionales de la medicina.
El poder de la risa y la observación
El bienestar mental y físico puede estar conectado al hecho de reír y observar con atención. La risa no solo es una respuesta física, sino que genera cambios hormonales que benefician la salud. Existen técnicas de meditación que promueven la risa y enseñan a las personas a observar su actividad cerebral, fomentando un estado mental que favorece la sanación.
Esta capacidad de observar el propio cuerpo y su actividad energética es una herramienta poderosa para lograr un estado de bienestar. La práctica de observar con ecuanimidad incluso un tejido enfermo puede tener efectos beneficiosos en la salud, sugiriendo que el estado mental influye en la realidad física del individuo.
La experiencia de curación
Existen relatos sobre sanadores como Pachita, que manipulan lo que podría considerarse un nivel de conciencia superior, llevando a cabo procedimientos que parecen carecer de los pasos intermedios necesarios en la medicina convencional. Su capacidad para conectar a un nivel diferente les permite materializar cambios inmediatos en la salud de sus pacientes. A partir de esta experiencia, se sugiere que la percepción de la realidad puede estar conectada a la conciencia y a la intención, generando una comprensión más profunda de nuestra existencia.
El establecimiento de un vínculo entre la percepción y la sanación abre un abanico de posibilidades en el campo del bienestar integral. La capacidad del ser humano para curarse a sí mismo puede ser más extensa de lo que la ciencia ha explorado hasta ahora.
Conclusión
La búsqueda por entender la relación entre la percepción, la conciencia y la sanación invita a una reflexión más profunda acerca de las capacidades humanas. La combinación de práctica, observación y un entendimiento de las energías que nos rodean puede ser clave para acceder a estados de bienestar y curación. En un mundo donde la ciencia y la espiritualidad a menudo parecen estar en conflicto, encontrar el camino hacia una comprensión integral de nuestro ser puede ser el primer paso para desvelar los secretos de la realidad y nuestras capacidades innatas.
