Hola que tal bienvenidos a esta sección de cuentacuentos y lecturas de Estelita, en esta ocasión les voy a contar, según como lo recuerdo, el cuento de la leyenda del colibrí. Resulta que pues, ya saben, una de tantas abuelitas que siempre te cuentan las historias fue la que nos empezó a relatar esta leyenda del colibrí, y así nos cuenta que allá en el valle del espejo de la luna vivían todos en perfecta armonía, había un lago muy hermoso, estaban los árboles, había muchas aves y estaban en un clima muy agradable. El único que no estaba muy contento era el pajarito pico de espina porque resulta que todos los demás pajarillos con los que se encontraba tenían extensa variedad de colores, pero el pajarito pico de espina estaba todo y gris frecuentemente se preguntaba, ¿por qué me hicieron así?, ¿qué habrá pasado? ¿Por qué no me dieron más colores?.
Pero bueno, a pesar de que se cohibía un poquito respecto de los demás pajaritos él vivía una vida agradable en aquel valle del espejo de la luna. Sin embargo, pasaron algunas épocas un poco difíciles a partir de una situación donde se fue secando el valle, las lluvias dejaron de venir, los vientos dejaron de traer la lluvia y el valle del espejo de la luna se fue secando secando, secando, hasta que ya no había nada de agua, casi que nada.
Y entonces muchos de los animales sin más remedio empezaron a morir, algunos de los pajarillos como podían volar un poquito pues buscaban por ahí cerca algunas fuentes de agua, pero era muy difícil y la mayoría de los animales y también los pobladores cercanos al valle de la luna empezaron a sufrir mucho por la falta de agua.
El inicio de la leyenda del Colibrí y el Padre Sol Tonatiuh
Entonces, el pajarito pico de espina que se pone a pensar y dice “ay pues, ¿por qué habrá pasado esto aquí en mi valle?, ¿qué habremos hecho para que nos esté pasado esto?, ah sí, ya sé, le voy a preguntar al padre Tonatiuh, al padre sol, qué es lo que está pasando, él debe de saber” y entonces emprendió su vuelo con las últimas fuerzas que le quedaban y voló, voló, voló hasta arriba de las nubes y empezó a ver mucha claridad y se acercó al sol y a través de sus rayos empieza a hablarle al padre sol y literalmente le dice:
“Padre Tonatiuh, contéstame por favor, ¿qué es lo que está pasando en el valle?, ¿por qué no llegan las lluvias?”
“Ay, mi hijito, pues es que mira, yo de eso no sé mucho, yo nada más me encargo de enviar los rayos del sol”
“si padre, pero es que nos estás quemando mucho, no llegan las nubes, no llega la lluvia y los rayos de sol están secando todo, todo, ya nos estamos achicharrando”
“Ohh ya veo, bueno, es que mira, eso tendrías que verlo pues primeramente con Ehécatl porque Ehécatl es el que lleva las nubes y si no las está llevando pues, sus razones tendrá, ¿por qué no vas y lo visitas?”
“bueno pero ¿cómo lo encuentro?”
“ah pues bueno, sigue las corrientes de los aires que te vayas encontrando ahorita y síguelos hasta las montañas hasta lo más alto de las montañas y allá vas a encontrar a Ehécatl”
El Colibrí y Ehécatl Dios del Viento
Entonces el pajarito pico de espina que agarra y se pone a volar y volar y volar con sus fuerzas, lo más que podía y que llega hasta una de las montañas más altas donde soplaban los vientos muy fuertes y ahí estaba Ehécatl diciendo:
“vamos, vamos, vamos, hijos lleven, lleven las nubes, lleven las semillas, lleven, lleven todo, a través del viento, ay cuánto hay que hacer, cuánto hay que hacer, vamos, vamos”
Y estaba bien ocupado el padre Ehécatl, pero que se le cuela el pajarito pico de espina y que le dice:
“oiga, fíjese que vengo para decirle sobre el problema que hay allá en el valle de la luna”
“Pues ¿qué pasó?”
“Pues fíjese que ya no están llegando las nubes y no sabemos qué es lo que pasa ¿por qué ya no nos mandan las nubes?”
“¿valle de la luna?, ah sí sí; no pues fíjate que no podemos enviar allá las nubes; no, no, no, eso no se puede, no se puede; no! No!, no nos están mandando ninguna nube de lluvia para allá”
“Pero, ¿por qué? ¿por qué Padre Ehécatl?”
“Es que mira, yo nada más me encargo de enviarlas, de dirigirlas, pero las nubes de lluvia pues me las manda Tlaloc, el padre de la lluvia, osea el dios de la lluvia, yo la verdad aquí sólo me encargo de la distribución, y si me permites estoy muy ocupado, vamos, vamos ya, lleven las nubes, a aquel otro valle, un granizo también!…”
El Colibrí y Tlaloc el dios de la lluvia
Y bueno así se quedó el pajarito pico de espina pensando en qué hacer, al momento que se pone a seguir a una de las nubes de lluvia a través de donde las traían, se va siguiéndola, vuela, vuela, vuela y vuela con mucho afán, se va siguiendo la nube y, !que se encuentra con Tlaloc!, llegó a un lugar donde había truenos y relámpagos, ahora estaba frente al dios de la lluvia:
“sí, vamos, vamos con las lluvias, vamos a llevar esta lluvia para acá y esta para allá, y fórmense las nubes y vamos, vamos, recojamos toda esta agua en forma de nubes!”
“Oye! oye! padre Tlaloc, soy yo, el pajarito pico de espina”
Y ahí entre las nubes de las tormentas estaba el pajarito.
“Soy yo, soy yo, vengo desde muy lejos, del valle del espejo de la luna, no nos están mandando nada de las lluvias”
“Sí hijo, mira, lo que pasa es que en eso yo no tengo nada personal contra él valle, por mí yo le mandaba la lluvia, pero mi esposa es la me dijo que no mandará nada y ya sabes cómo son, yo no tengo nada que ver en eso, pero no la puedo contradecir ¿sabes?. Entonces tienes que ir a buscarla y preguntarle pues, cuál fue la razón por la que no manda nada, no me deja mandar nada de las nubes de lluvia para allá. Chalchiuhtlicue mi esposa querida, anda por allá en la tierra entre los ríos y todo, porque ella es la diosa de las aguas terrestres y pues sus razones tendrá para dejar el valle del espejo de la luna así, sin agua.”
“Bueno y como la encuentro?”
“Pues tu sígue este río que te voy a decir y donde nazca por ahí la vas a encontrar”
El Colibrí y Chalchiuhtlicue la diosa de las aguas terrestres.
Y ahí va el pobre pajarito pico de espina volando, volando y estaba que ya no aguanta, y ahí andaba siguiendo el río y nadie de ahí sabía nada de Chalchiuhtlicue pero continuó siguiendo el río, iba muy bien y aprovechaba para beber un poco del río y se lanzaba nuevamente avanzando, avanzando hasta que empezó a escuchar un canto y unas palabras:
“ahí vamos a poner más agua, a ver, si éste va ahí y se me hace que necesita otro río, hay que lago voy a poner, se me hace que también un laguito vamos a poner”
“Aloo, Alooo, señora Chalchiuhtlicue”
Y venía acercándose el pajarito pico de espina desde lo alto.
“Pero como lo voy a hacer vamos vamos, esas aguas… pero, ¿qué? ¿qué pasó?, ¿por qué me andas distrayendo? ¿acaso no ves que estoy muy ocupada? estoy aquí tratando de ver cómo voy a hacer estos ríos para estos valles y tú, vienes y me interrumpes, a ver ¿que quieres?”
“Pues si, es que vengo desde el valle del espejo de la luna y ¿sabe que? allá nos dejaron sin agua y ya fíjese que todos están muriendo, ya por poquito, ya no va a quedar nada del valle y me dijeron que usted fue la que mandó a que no nos llegara nada de las nubes, y que el viento no la llevara para allá y ya nada nos protege del sol y de la inclemencia del tiempo y ya se está muriendo el valle. No sea usted malita, por favor… ¿qué le hicimos para que nos dejará así?”
“ah mi hijito mira, lo que pasa es que a fin de cuentas, recuerda que allí en el valle de la luna viven dos pueblos de los humanos y resulta que se estaban peleando mucho entre ellos y estaban muy mal, se estaban agrediendo unos a los otros, ya no se respetaban, y es más, a la tierra le echaban todos sus desechos y también a los ríos empezaron a echarle de todo, se olvidaron de honrar a la naturaleza… y a mí eso no me gustó, entonces por su propio bien yo les quite todo el agua porque no podía seguir así, ellos debían ser los guardianes del valle y no estarlo destruyendo”- Entonces responde el pajarito pico de espina, “pues sí pero es que como nos deja a todos castigados”.
La señora Chalchiuhtlicue le dice, “lo único que podemos hacer es que tú seas un mensajero de paz y de amor para los humanos y que les digas que la señora Chalchiuhtlicue les dice que se vuelvan a acordar de que son hermanos y que tienen que cuidar la tierra en la que viven, que dejen de arrojar basuras, que dejen de descuidar los campos, que dejen de cortar los árboles porque sino cómo se va a mantener el ambiente. Si tú logras que te escuchen yo voy a hacer que lleguen otra vez las nubes de agua y se vuelva a llenar el valle bien bonito”. Y ahí comienza la aventura y la leyenda del colibrí de nuevo.
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El Colibrí lleva las buenas nuevas – La leyenda del Colibrí
Pues bueno que se la ponen bien difícil al pajarito pico de espina y que se regresa volando al valle, volando y volando, y que encuentra en su recorrido ahí unos niños jugando en un riachuelo que quedaba chiquitito con un hilito de agua y de inmediato les habla a los niños y les dice “oigan ustedes son amigos ¿verdad que si?”, y los niños responden que si, el pajarito continúa, “pues ustedes que pueden escucharme aunque son de diferentes tribus ¿verdad?, – “si así es somos de diferentes tribus pero nosotros somos amiguitos” dicen los niños,
– “bueno pues fíjense que necesito que me ayuden a dar un mensaje a los humanos” y bueno, resulta que los niños conocían al que era el más chismoso del pueblo, es el que daba las noticias todos los días que pasa gritando por la calle a la voz de ¡extra! ¡extra! ¡extra! y entonces que lo convencen porque este señor decía al escucharlos “uy sí es cierto, ya solamente hay puras noticias de peleas, unas noticias de que se secó el lago, de que se contaminó y entre que se están acabando los bosques… pues ahora empiezan a sacar puras noticias ecologistas, puras noticias de humanidades y así con un enfoque distinto de amor, de tolerancia de todo lo bueno que aún podemos observar en el valle.
Y como todos en el pueblo escuchaban a este señor con sus nuevas publicaciones pues entonces se empiezan a dar cuenta y dicen entre ellos, “sí es cierto, aún hay cosas buenas que podemos rescatar” y de esta forma empezaron a reciclar la basura, empezaron a reciclar el agua, lo poco que tenían pues empezaron a cuidarla más, empezaron a hacer casitas ecológicas verdad, algunos que tenían actividades así donde contaminaban mucho también empezaron a cuidar más de esos lugares y se empezaron a ayudar entre las tribus porque lo más importante se dieron cuenta, ya no era andarse peleando sino salvar el valle y entonces la señora Chalchiuhtlicue que se da cuenta de este hermoso cambio en la actitud de la gente. Fue un trabajo de muchos meses pero el pajarito pico de espinal logró transmitir la visión.
El pajarito pico de espina le susurraba también con sus delicados sonidos de su piquito a cada hombre que podía, a cada mujer que se encontraba y se logró un cambio en aquel valle y que se da cuenta la señora Chalchiuhtlicue y que dice “ahora si, que manden las lluvias y que le dice a Tlaloc y luego Tlaloc le dice a Ehécatl y es así que empiezan a llegar todas las aguas y de repente pasa un tiempito y se pone bien bonito el valle y sus alrededores.
El regalo de Tonatiuh al Colibrí
Entonces el pajarito pico de espina decide ir y agradecer verdad, y pasa otra vez con el padre Tonatiuh y le dice “padre mire como tenemos el valle bien bonito, mire que bonito quedó, el padre Tonatiuh responde “si mi hijito, vi todo lo que hiciste con tu gran labor y tu corazón así que yo te voy a regalar los colores del amanecer en tus plumitas para que se vean bien bonitas como un color tornasol para que cuando aparte te dé la luz del sol te veas con los colores del amanecer bien bonito” y ¡plim! que se colorean sus plumitas y el pajarito lleno de gratitud diciendo gracias padre que se va volando muy contento.
El regalo de Ehécatl al Colibrí
Ahora va con Ehécatl y con el sonido del viento soplando se encuentra a Ehécatl bien ocupado porque aparte pues ya tenía que mandar nubes de lluvia hacia el valle y le dice ¡padre Ehécatl! ¡padre Ehécatl!, el dios de los vientos, “¿qué cree? que ya están llegando las lluvias desde hace un rato y ya se puso el valle bien bonito otra vez”, y le contesta “que bueno mi hijo, tú lo lograste, lograste poner en el corazón del hombre ese ese mensaje tan bonito, ¡que bueno, que bueno!, mira en agradecimiento y recompensa por tu labor y tu fe yo te voy a dar un regalo muy especial, te voy a dar el regalo de poder volar en todas direcciones, vas a ser la única ave que va a poder volar en cualquier dirección independientemente de para donde vayan los vientos, así que ten este don” y ¡plim!, que le da este don y que empieza a volar el pajarillo para atrás, para adelante, para un lado, para el otro y bien bonito, “gracias, gracias padre Ehécatl”.
El regalo de Tlaloc al Colibrí
y se va volando por allá donde iban las nubes con la lluvia y que se encuentra al padre Tlaloc y le dice “fíjese que ya nos están mandando las lluvias, gracias, gracias”, a lo cual Taloc contesta “ah, que bueno mi hijo, si, ya me autorizó la señora Chalchiuhtlicue y que bueno mi hijo ya también me dijo todo lo que tú lograste gracias a tu fe y aunque te veías bien chiquitito tuviste toda la valentía y creíste en ti mismo para poder lograr tan grande tarea de transformación, entonces fíjate que yo te voy a regalar algo muy especial, mira al arcoíris de allá, te voy a mandar a que te sumerjas en el arcoiris” y así lo hace el pajarito y cuando sale sus plumitas se le habían puesto multicolores y así ya tenía más colores bien bonito tanto en el sol como en la sombra, ¡hay que chulo quedó!.
“Que maravilloso, que bonito, muchas gracias” dice el pajarito, “así para que todos vean tu belleza por fuera, así como también por dentro”, “muchas gracias padre”.
El regalo de la Sra Chalchiuhtlicue al colibrí el inicio de la leyenda
El origen de su nombre – La leyenda del colibrí
Y se va volando siguiendo los ríos hasta que se encuentra la señora Chalchiuhtlicue y que la escucha cantando como siempre [ Música ] y entonces que se le acerca “¡señora Chalchiuhtlicue lo logré lo logré!”, “si mi hijito yo lo vi, yo lo vi todo, como se sentía mucho más armonía en el valle, en las aldeas, por eso te mandé las aguas y ya te mandé todo, también ya se vuelve a llenar el lago verdad que sí”, “sí sí sí, sí, muchas gracias, gracias”, “muy, bien y además porque eres el símbolo de amor y valentía en esta tarea y lograste tocar el corazón de todos los hombres te voy a regalar algo muy especial, de ahora en adelante no te vas a llamar pajarito pico de espina, ahora te vas a llamar colibrí siraquenti por qué además ahora vas a comer solamente del néctar de las flores, de allí te vas a poder alimentar por eso tu pico largo va a poder tomar de esa dulzura del néctar de las flores y todos van a saber que tú eres un pajarito muy especial que les va a recordar la dulzura, el amor, la fuerza del corazón, mi pajarito especial” “muchas gracias señora Chalchiuhtlicue”.
“Gracias a ti mi pajarito hermoso por tener la fe suficiente, lo que no podemos hacer nosotros ustedes lo pueden hacer creyendo desde su corazoncito y creando una expansión hacia todo lo demás, gracias” y así voló de regreso al valle de la luna y entonces, ¿qué crees? que el pajarito pico de espina ahora llamado colibrí siraquenti, la leyenda del colibrí, se quedó muy feliz en el valle del espejo de la luna pero sobre todo desea que todos los demás podamos escuchar el mismo mensaje y nos podamos reconectar con nuestros hermanos y con la tierra y todo lo que nos rodea para que entonces todos podamos vivir en armonía con la madre naturaleza y que los movimientos de la madre siempre sean para el mayor bien de toda la humanidad, sólo recordemos escuchar desde nuestros corazones y espero que en tu corazoncito, a través de este cuento nazca la valentía y el amor de los colibríes para que puedas volver a estar feliz, contento y sobre todo amoroso y compasivo con tus hermanos y con la madre tierra... así que esta fue la leyenda del colibrí y colorin colorado, este cuento se ha acabado.
Con munay Stela Ahau